Es algo normal cuando vas por la calle ver a unas personas vestidas de blanco, mugeres y hombres, que de una casa salen y en otra entran, siempre con buena cara mostrando la mejor de sus sonrisas, me refiero a todas las personas que trabajan en la ayuda a domicilio. Esas personas que cuidan, acompañan, llevan al médico, escuchan y comprenden, lavan, los meten en la cama, les limpian la casa, les hacen la comida, les dan cariño, los miman como si fueran casa suya. Estas personas que despues de una jornada de trabajo se van a su casa y hacen sus tareas, limpian, hacen las camas, recojen sus hijos del cole, van a por la compra, estudian y no se quejan de nada. A estas personas desde aquí quisiera hacerles este humilde homenaje reconociendoles todo ese cariño que tienen por las personas mayores o discapacitados, que aunque algunas tienen familias preferimos que sean estas trabajadoras/es las que las cuiden. Desde aquí os doy las gracias a todas y a todos los que formais esta familia de personas, por ser tan cariñosas y comprensibles con las personas que más necesitan de vuestros cuidados y muchas veces de vuestra compañia y comprensión. Gracias por ser como sois.
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