domingo, 8 de abril de 2012

CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE MEJOR



Cuando yo era niño, recuerdo las palabras de mi abuela, diciendo que todo lo antiguo era mejor que las cosas modernas que hoy utilizamos, siempre estaba con eso de que los utensilios que se utilizaban en la cocina eran mejores que estos electrodomésticos que hoy se utilizan.

Ahora me doy cuenta y sigo escuchando lo mismo, por ejemplo, que los coches de antes eran mejores que los de ahora, que los hacían de hierro, que los motores duraban años y años, incluso que las persona tenían mejor salud y duraban muchos años, que estaban más sanos.

Recuerdo aquella leche que en mi caso yo mismo ordeñaba, de la cabra que teníamos, y que seguidamente la ponía en la lumbre a calentar para que cuando mis hermanas se levantaran la tuvieran ya hervida, recuerdo aquella nata que con una cuchara la cogíamos de la olla y la restregábamos por el pan tostado también con el calor de la lumbre.

Por mucho  tiempo no llegaba a entender como mi abuela se negaba al cambio que estábamos sufriendo, como prefería utilizar el mortero antes que la batidora eléctrica para triturar los alimentos.

De pronto como casi por arte de magia, sobre los 80, me encuentro rodeado de algo impresionante, pasamos de escuchar música en un radio transistor al casete y al LP que contenían diez o doce canciones por lo menos, al walkman, empiezan a aparecer las televisiones en color que todos tenemos en nuestro cuarto y como no el famoso DVD, donde ya podíamos ver las películas que quisieras y sin moverte de casa.
Quién me lo iba a decir, parece de película, que pocos años después y desde mi casa con uno de esos inventos tan misterios y casi imprescindibles podía estar en contacto con personas de todo el mundo, que lo que ahora estoy escribiendo lo pueden ver tanto en Íllora, como en todo el mundo, y si algo falta son los pequeños teléfonos móviles que caben en cualquier bolsillo y con los que se puede hacer quizás más que con cualquier ordenador.

Hoy me digo, que razón tenía mi abuela, la leche por muy entera que sea sigue sin hacer nata, ¿porqué los avances tecnológicos?, ¿la modernidad?, ¿añoro los tiempos de antaño? La respuesta no es sencilla, los factores emocionales, los recuerdos de las experiencias primeras, la capacidad de asombro en nuestra juventud es mayor a después de los 35 años, no es que los tiempos pasados hayan sido mejores, cada tiempo y generación experimenta una nueva capacidad propia de asombro, por eso  creemos que lo que nosotros vivimos fue mejor que lo actual

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